Tuesday, November 19

La inflación apunta a la baja en marzo, mientras Caputo aplaza los incrementos en los servicios públicos

Relevamientos privados mostraron una merma en la segunda semana del mes tras un fuerte salto inicial de los precios. La variación está por debajo de la de febrero. El dólar oficial y los precios regulados serán clave para la dinámica de los próximos meses

La inflación mantiene la tendencia de desaceleración tras el pico de diciembre. REUTERS/Agustin Marcarian

La inflación de marzo mostró una continuidad en el proceso de desaceleración que mantiene desde el fogonazo de diciembre post devaluación, según relevamientos privados sobre la evolución de los precios en las primeras semanas del mes. Los principales aumentos estuvieron en educación, electricidad, prepagas y alimentos y bebidas, mientras el consumo se mantiene en caída.

En las últimas semanas el ministro de Economía, Luis Caputo, activó reuniones con empresas, con sus críticas a las promociones “2×1″, y avanzó en abrir más las importaciones de productos de la canasta básica para sostener el proceso de desinflación. También postergó las subas en servicios públicos, gas y transporte del AMBA, que son una clave en el ajuste que lleva adelante el Gobierno.

El ritmo de “descongelamiento” de esos precios y la evolución del dólar oficial serán claves para la dinámica de los próximos meses.

En lo inmediato, el relevamiento de la consultora C&T Asesores Económicos para el Gran Buenos Aires mostraron que marzo, después de un arranque con fuertes subas, especialmente en educación, electricidad y prepagas hubo una “fuerte” desaceleración a partir de la segunda semana. La mayor merma se notó en alimentos y bebidas y productos para el hogar: equipamiento, herramientas, productos de limpieza y artículos de tocador, entre lo más relevante.

“De esta forma, la inflación de cuatro semanas, que tuvo un pico de 18,5% a fin de febrero, se encuentra actualmente en 11,6%, con el promedio móvil de cuatro semanas en torno al 15%. A su vez, la inflación núcleo de cuatro semanas se está ubicando en la actual semana por debajo del 10%”, detalló C&T. Con esa evolución, dijeron, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) podría acercarse más al 13% mensual que al 14% que preveían inicialmente.

Para C&T la inflación de marzo podría acercarse más al 13% mensual que al 14% que preveían inicialmente.

Tal como resaltaron, marzo es un mes de alta inflación estacional por la incidencia del aumento en educación antes del comienzo de clases, este año cercano al 40% mensual, a lo que se añade el cambio de temporada para la indumentaria. A esto se sumó el arrastre de los incrementos tarifas de electricidad que se decidió a mediados de febrero y la liberalización en el rubro prepagas.

La desaceleración más sustancial se notó en alimentos y bebidas luego de que se registrara un fuerte incremento en el arranque del mes, principalmente en panificados, carne y bebidas. Esto motivó reuniones con empresas productoras de artículos de consumo masivo y supermercados, con la posterior flexibilización de las importaciones para productos de la canasta básica.

En ese sentido, la medición que realiza LCG en supermercados mostró una inflación del 3,3% en la segunda semana de marzo y una desaceleración de 0,3 puntos respecto a la primera. Ambos guarismos se encontraron por debajo de los niveles que había arrojado febrero, con un 6,9% acumulado en dos semanas.

“En términos mensuales la inflación se estabiliza en torno al 11,5% tanto el promedio como la medición punta contra punta. El porcentaje de productos relevados con aumentos también se mantiene estable pero elevado en 32% del total, implicando que la canasta total se incrementa cada 3,2 semanas”, agregó la consultora.

El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) registró una variación de 1,4% en la segunda semana de marzo, la más baja desde el balotaje de noviembre. La inflación mensual del 12 de febrero al 11 de marzo marcó 7,9%, con los productos “presicndibles y ligados al dólar tirando para abajo el promedio mientras alimentos y bebidas toadavía por encima del 10 por ciento”.

Econométrica registró una sensible baja de la inflación en la segunda semana de marzo.

La inflación de alimentos y bebidas que mide Econométrica también mostró una desaceleración: 1,5% en la segunda semana contra 4,6% de la primera. El promedio móvil de cuatro semanas en este relevamiento fue del 10,3%, un poco por encima del 9,4% en el mismo período de febrero.

La variación del IPC de febrero fue del 13,2%, por lo que confirmó la tendencia de desaceleración tras el 20,6% de enero y el 25,5% que dejó el fogonazo de diciembre tras la devaluación. El acumulado del último año es del 276% y pone a la Argentina como líder del ranking mundial de inflación.

Habrá que ver si en marzo el proceso de desinflación continúa o si el organismo estadístico registra una cifra levemente superior a la del mes anterior. Desde Invecq proyectaron antes de la postergación de algunos aumentos en servicios: “En marzo la inflación se aceleraría levemente, situándose en torno al 15%; en particular, por la importante inercia aún presente, la corrección de algunos precios regulados, y paritarias que vienen cerrando por encima del 20% mensual”.

“A su vez, la inflación se mantendría en la zona del 10-15% durante los próximos meses. El realineamiento de precios relativos está lejos de terminar, y se corre el riesgo de i) que sea necesaria una ‘segunda vuelta’ de ajustes (si aquellos que corrigieron vuelven a ‘desacomodarse’), y ii) que los aún adelantados presenten resistencia a la baja. Además, de no acelerarse el ritmo actual del crawling, crecen las chances de que el BCRA tenga que realizar otro ajuste discreto del tipo de cambio oficial, lo que sin lugar a dudas presionaría al alza a los precios internos”, advirtió Invecq.

En el mismo sentido se pronunció Econviews, de Miguel Kiguel, en su último reporte semanal: “La batalla de los próximos meses está en la inflación de servicios. En el GBA, la nafta y el transporte público ya se reacomodaron a un nivel cercano al de fines de 2019. El rezago de las prepagas se redujo considerablemente en los últimos tres meses. En cambio, la educación se sigue atrasando. Se difundió que el gobierno quiere postergar los aumentos en transporte y gas en el AMBA. Pasados los primeros 100 días y la “luna de miel”, la consolidación fiscal empieza a entrar en conflicto con la necesidad de mostrar resultados más rápidos en materia de inflación”.

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