Tras la realización del primer torneo del circuito anual, los directivos de la Asociación Tucumana de Tenis de Mesa apunta a incentivar para que los más chicos se sumen a la disciplina.
Seguramente, un 80 o 90% de los tucumanos jugó alguna vez al “ping pong”. Algunos de manera un poco más competitiva, otros sólo para divertirse sin tener idea a veces siquiera de cómo agarrar una paleta. Pero es un número mucho menor el que se anima a jugar al tenis de mesa. Es decir, que deja de tenerlo como un hobby, y se anima a practicar el deporte como tal, con una preparación mayor y un entrenamiento constante.
Bajo el ala de la Asociación Tucumana de Tenis de Mesa (ATTM), un grupo de aproximadamente 50 personas, de edades muy variables, se animó a dar ese paso; y se puede considerar, con mayor o menor nivel, un jugador de tenis de mesa.
Ahora, la intención de las autoridades es que durante este año la disciplina pueda despegar de manera definitiva para comenzar a sumar más adeptos.
El primer fin de semana de marzo, en el Complejo Avellaneda, club en el que se llevan a cabo los entrenamientos todas las semanas, se disputó la primera fecha del torneo Anual que contó con Primera y Segunda categoría. Un torneo que, según reconoció Hugo Tula el presidente de la ATTM y campeón de la Primera categoría (Marcelo De Nobrega ganó la Segunda), contó con menos participantes de los que habitualmente tienen estos eventos, a raíz de que fue el primero del año.
“Obviamente todavía hay gente de vacaciones y por eso no fue tan populoso. Pero en algún momento hay que empezar”, advirtió Tula. ¿Por qué dos categorías separadas por nivel y no por edades, como suele darse en los circuitos nacionales? “En nuestra asociación somos pocos, entonces no se podrían armar las categorías por edad. Por ese motivo agrupamos por nivel de juego”, agregó antes de aclarar que también hay una tercera categoría, destinada prácticamente a los jugadores más veteranos.
Incluso, el presidente contó que los torneos, pese a ser destinados principalmente a los jugadores asociados a la ATTM, son abiertos. Es decir, cualquier persona puede anotarse y participar.
Justamente, por esa escasez de jugadores es que la intención de Tula y del resto de la comisión directiva de la ATTM es lograr que la práctica del deporte crezca. Y para eso, hay dos acciones fundamentales que pretenden emprender este año: el crecimiento de la Escuela de Iniciación Deportiva, fomentando el deporte entre los más chicos, y la realización de un torneo a nivel nacional.
“La Escuela de Iniciación viene hace rato a nivel nacional. Es una iniciativa de la Secretaría de Deportes de la Nación, que manda fondos a través de las secretarías de las distintas provincias. Se contrata un profesor que se encarga de formar a chicos, más o menos desde los ocho o nueve años y hasta los 13 o 14”, explicó sobre una iniciativa que no es exclusiva del tenis de mesa, sino que comprende a numerosas disciplinas, y que tiene la gran ventaja de ser gratuita. Es decir, los niños que quieran formar parte no deben pagar. Ese proceso, claro, es para introducir a los niños en la disciplina. “Es para que aprendan a jugar, sepan cómo agarrar la paleta, cómo pegarle, cómo pararse”, agregó.
Una vez que los chicos progresan en su nivel y alcanzan los 14 años, pasan a estar bajo la órbita de la ATTM.
Actualmente, según contó Tula, son aproximadamente nueve los chicos que forman parte de la escuela de tenis de mesa. “Apostamos a duplicar ese número por lo menos”, señaló, admitiendo que no será sencillo. “Este deporte es medio complicado. Tiene que gustarte, engancharte. No es tan populoso como otros”, consignó.
Por eso, la intención de la ATTM es acercarse a algunas escuelas para promocionar la práctica, ese es uno de los proyectos claves que tiene la organización para 2024. “Vamos a ir, vamos a llevar una mesa, dos o tres jugadores y daremos una pequeña exhibición. Además, daremos una pequeña clase para que los chicos se entusiasmen”, detalló.
La otra pata de este proyecto que pretende hacer crecer la práctica del tenis de mesa es la de organizar un torneo nacional, más específicamente un Grand Prix. Eso es un poco más complejo, más que nada por la falta de un lugar apto para este tipo de torneos. “Necesitamos un lugar que pueda albergar 12 mesas, que tenga espacio suficiente, con buena iluminación y con una superficie adecuada”, resaltó.
En años anteriores, y en diversas oportunidades, Tucumán ya supo recibir eventos de esta categoría, con cientos de participantes de todo el país. Incluso, llegaron a la provincia jugadores de la talla de Pablo Tabachnik y Gastón Alto, olímpicos y medallistas panamericanos.
Sin embargo, desde 2017 que no se realiza por una cuestión estructural: no hay espacios aptos. “Veremos si podemos conseguir uno pronto”, subrayó Tula, dejando en claro que realizar un torneo de esta magnitud “te da prensa, impulsa el deporte, y aumenta el caudal de jugadores”.
Así las cosas, la ATTM tiene grandes expectativas para este año. Si podrán cumplirse o no, no hay forma de saberlo. Lo que sí está claro es que el tenis de mesa quiere instalarse como una opción sólida a la hora de practicar un deporte y dejar de lado el mote de simple hobby.